Después del trasplante

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A media mañana me comunican que voy a ser trasplantado y, tras contactar con mi lugar de trabajo (para dejar las cosas en orden), inicio el proceso preoperatorio y la posterior intervención: mis primeros momentos, por lo menos lo que recuerdo, fue en una sala de aislamiento y, en medio de tanta máquina, se inició una nueva etapa. Una mínima referencia a la amabilidad que, si fue cercana, intimista y cariñosa en el preoperatorio, fue de auténtico lujo en el postoperatorio.

Tras el aislamiento, paso a habitación compartida con compañero de trasplante: desgraciadamente, su nuevo riñón tardó en arrancar y tuvo algún rechazo, cuestión que me dolió especialmente porque recuerdo que llevaba mucho tiempo en procesos de diálisis.

Mejoro, comienzo a vivir sin diálisis, y creo recordar que, en menos de 15 días, me mandan a a la calle. Antes de salir, pregunto: «¿ya estoy bien?. ¿Alguna instrucción en particular?…». La respuesta no la recuerdo con precisión, pero fue más o menos: «la calle es tuya». Y vaya si lo fue: al mediodía fui al Restaurante de mi preferencia y disfruté de un banquete de órdago…, y a la noche más de lo mismo en otro…. Sobra decir que, a continuación, tuve que ir al Hospital…, pero no os preocupéis, sólo unas pocas horas para recuperarme del atracón.

Y después de eso, ¿qué?. Pues una vida digna, activa, sin máquinas y sin pensar mucho en cuál sería la duración del trasplante…. Así han pasado más de 20 años. En medio, una permanente atención y vigilancia por los profesionales del Hospital, con ajustes en la medicación según evolucionaba mi cuerpo y la ciencia. Lo cierto es que no puedo recordar ningún momento o circunstancia en que no haya sido bien tratado profesionalmente y, mucho menos, anímicamente. Soy persona agradecida y, al compartir estas líneas, intento rendir un homenaje [1] a quienes día a día dedican su trabajo a hacer que otros podamos tener vida y esperanza. Nunca les olvido.

Pormenorizar todas y cada una de las diferentes vicisitudes a lo largo de más de 20 años, requeriría de una memoria de la que carezco: el trasplante supuso el final de hemorragias, de cólicos, de déficit de salud…; y el trasplante ha supuesto 20 años de vida activa en un gran cuerpo (me refiero a mi altura y peso); y señalo las dos cosas porque es difícil entender como una pieza tan pequeña del cuerpo humano, es capaz de permitir tanta actividad. Los cuidados continuos postrasplante y las periódicas revisiones, me permitieron detectar un cáncer de próstata: fui inmediatamente informado y asesorado; puse en práctica los consejos (operado) y, una nueva dificultad de la vida quedó superada.

Al inscribir estas líneas en agradecimiento y honra a quienes me han cuidado y ayudado, me viene a mi cabeza las diferentes etapas de gustos musicales en mi vida: del romanticismo, el bolero y las melodías sudamericanas en mi temprana juventud, disfruté más tarde con grupos como The Beatles, o los Doors (son Jim Morrison), y posteriormente -con algo más de madurez- de la voz y canciones de Frank Sinatra; pero al escribir estas líneas, siempre me quedaré con el Dúo Dinámico: Resistiré!. Si no recordáis la letra, creo que sería interesante unirla o escucharla junto a este pequeño relato.

Un abrazo a todos.

[1] No quiero mencionar nombres para no destacar ni olvidar a nadie, pero tengo recuerdos imborrables de fallecidos, jubilados y activos -médicos y auxiliares- a los que nunca he olvidado. Y siempre que por cualquier circunstancia paso por delante del Hospital, siempre rezo una oración por ellos y por los que reciben o recibieron sus cuidados. Nunca se olvida ese gesto.

Ángel T. Gago Santamaría

RESISTIRE

El Dúo Dinámico

Cuando pierda todas las partidas
Cuando duerma con la soledad
Cuando se me cierren las salidas
Y la noche no me deje en paz

Cuando sienta miedo del silencio
Cuando cueste mantenerse en pie
Cuando se rebelen los recuerdos
Y me pongan contra la pared

Resistiré, erguido frente a todo
Me volveré de hierro para endurecer la piel
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte

Soy como el junco que se dobla,
Pero siempre sigue en pie
Resistiré, para seguir viviendo
Soportaré los golpes y jamás me rendiré
Y aunque los sueños se me rompan en pedazos

Resistiré, resistiré.

Cuando el mundo pierda toda magia
Cuando mi enemigo sea yo
Cuando me apuñale la nostalgia
Y no reconozca ni mi voz

Cuando me amenace la locura
Cuando en mi moneda salga cruz
Cuando el diablo pase la factura
Se alguna vez me faltas tu
Resistiré…
O si alguna vez me faltas tú.

Resistiré, erguido frente…


2 pensamientos en “Después del trasplante

  1. esta cancion siempre me ha parecido un himno para las personas a las que la vida le pone ciento de obstaculos pero siempre salen, salimos, del agujero y seguimos para adelante con la cabeza bien alta,
    Con mucho cariño, gracias.
    Esther Castilla

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