Como cada año, en mes de marzo se celebra el «Día de la Mundial del Riñón». Cuidar la salud de tus riñones es muy importante, y si te diagnostican de enfermedad renal, infórmate de los cambios de hábitos que necesitas.
La enfermedad renal crónica (ERC) o Insuficiencia Renal Crónica (IRC), es una pérdida progresiva e irreversible de nuestras funciones renales: eliminar desechos y toxinas, concentrar la orina y conservar los electrolitos en la sangre, producir glóbulos rojos, regular la presión arterial, y mantener los huesos sanos y fuertes.
Los síntomas son inespecíficos, pero el deterioro de la función renal suele ir acompañado de:
- Malestar general, decaimiento, fatiga.
- Tensión arterial alta
- Hinchazón en diferentes partes del cuerpo (tobillos, manos, cara…)
- Náuseas, vómitos
- Picazón y piel seca
- Interrupción de los períodos menstruales
Más de 4 millones de españoles padecen Enfermedad Renal Crónica (ERC), más de 55.000 están en Tratamiento Renal Sustitutivo (TRS) y más de 28.000 han recibido un trasplante.
La prevalencia de la ERC aumenta a un ritmo del 3% anual, lo que significa que podría duplicarse el número de casos en una década.
La mitad de los pacientes diabéticos y con enfermedad cardiovascular también sufre ERC. De ahí la importancia de controlar la hipertensión arterial y la diabetes.
La cuarta parte de los pacientes afectados, no son diagnosticados de forma temprana.
Del gasto sanitario anual, el tratamiento de pacientes con ERC es un 3%.
Controlar la hipertensión arterial y la diabetes son esenciales para el cuidado de tus riñones.
Debemos llevar una dieta sana y hacer ejercicio físico diario por la salud de nuestros riñones.
Desde la Sociedad Española de Nefrología (S.E.N.) nos dan una serie de recomendaciones para tener sanos nuestros riñones:
1. Mueve tus pies (una hora de actividad física diaria).
2. Bebe la cantidad de agua adecuada (de 4 a 6 vasos al día).
3. Modérate con las bebidas gaseosas y alcohólicas.
4. Stop fumar.
5. Come verduras 2 veces al día y fruta 3 veces al día
6. Combina las frutas y verduras de tus comidas principales con pan, pastas o arroces.
7. Toma aceite de oliva.
8. Toma proteinas a diario aleternando pescado, huevo y legumbres.
9. La leche mejor semidesnatada.
10. Carnes rojas o procesadas sólo ocasionalmente y mejor con ensalada.
11. Evita las vísceras de cerdo o vaca.
12. Alimentos ultraprocesados no, gracias (bollería).
13. No te pases con la sal.
14. No tomes suplementos dietéticos sin ser indicados por un especialista.
15. Ojo con los medicamentos. Solo los necesarios, y según te diga el médico.
16. No abuses de los antiinflamatorios y el Omeprazol.
17. No uses plantas medicinales diuréticas sin consultar a un profesional.
18. No abuses de los laxantes.
Fuente: El rincón de la Salud.