Una de las dudas más frecuentes cuando nos recetan un nuevo medicamento es saber cuándo tomarlo, si debemos ingerirlo antes, durante o después de las comidas.
Aunque parece una cuestión poco relevante, hemos de saber que al ingerir los medicamentos junto con alimentos, se pueden producir interacciones.

Las interacciones surgen cuando un medicamento no ejerce el efecto esperado debido a la presencia de un alimento o de otro medicamento que modifica su eficacia.
Estas interacciones pueden variar desde favorecer o impedir su absorción, disminuir sus efectos adversos, disminuir su efectividad, aumentar la toxicidad e incluso hacer fracasar el tratamiento.
Entre los pacientes que tienen mayor riesgo de padecer este tipo de interacciones, están los que padecen enfermedades crónicas. Es el caso de los pacientes con enfermedad renal crónica, ya que consumen muchos fármacos y el cuerpo no es capaz de eliminar los productos de desecho de su metabolismo como en el caso de las personas sanas.
Por todos estos motivos, es necesario que sigamos siempre las indicaciones dadas por los diferentes profesionales sanitarios y conocer la forma correcta de tomar cada fármaco para obtener los efectos deseados y evitar reacciones adversas.
Recomendaciones generales:
Antes de tomar un medicamento, hay que leer las instrucciones del prospecto, y en caso de duda, consultar al personal sanitario o farmacéutico.
Cuando se toman varios medicamentos, debe saberse cuáles se pueden tomar juntos y cuáles solos.
Los suplementos de vitaminas y minerales, así como las plantas medicinales o los productos llamados “naturales”, también pueden presentar interacciones.
- En ayunas: significa que el medicamento debe tomarse al menos una hora antes de comer o dos horas después de haber terminado, con una vaso de agua para evitar posibles interferencias con los alimentos. Es el caso del tacrolimus: Advagraf, Prograf , Levotiroxina, Bifosfonatos, Ciprofloxacino, Ampicilina, Cloxacilina, Didanosina e Indinavir, Azitromicina, Captoprilo, Isoniazida y Penicilina.
- Con las comidas: quiere decir durante o inmediatamente después de comer. Esta opción de tomar ayuda a disminuir las molestias gástricas que pueda causar, y en algunas ocasiones favorece su absorción. Griseofulvina, atovacuona, diazepam, fenitoína, anticonceptivos, Claritromicina, digoxina, carbamazepina e itraconazol.
- Evitar el consumo de bebidas alcohólicas con cualquier medicación. El alcohol puede alterar los efectos de algunos fármacos, como del acenocumarol, la insulina y metformina, analgésicos…
- La recomendación general es tomar la medicación siempre a la misma hora y de la misma forma todos los días.
Lo que debo saber de cada fármaco que voy a tomar:

Alimentos que producen interacciones con frecuencia:
pomelo:
- Repercute de forma negativa en la eficacia de un gran número de medicamentos, como los Fármacos anti-rechazo de trasplantes (Ciclosporina, Tacrolimus), las estatinas que se utilizan para reducir el colesterol, los antibióticos y los bloqueadores de los canales de calcio utilizados para tratar la presión arterial alta.
- La concentración en sangre de estos medicamentos aumenta hasta un 70 % cuando se administra junto con zumo de pomelo (aranja).
- También influye en los fármacos empleados para combatir el cáncer y puede afectar al sistema inmunitario de las personas que tienen algún órgano trasplantado.
- Este cítrico contiene una sustancia que inhibe el metabolismo de algunos fármacos, en ese caso, el medicamento puede llegar rápidamente a niveles tóxicos en el torrente sanguíneo, y desembocar en una insuficiencia renal y respiratoria aguda, una hemorragia gastrointestinal e incluso la muerte.
- Debemos evitarlo si estamos tomando alguno de los siguientes medicamentos: Amlodipino (Norvas®), Felodipino (Perfudal®), Nifedipino (Adalat®), Nisoldipino (Syscor®), Nitrendipino (Tensogradal®), Diltiazem (Masdil®), Verapamil (Manidon®), Ciclosporina (Sandimmun®), Terfenadina (Triludan®), Alprazolam (Trankimazin®), Diazepam (Valium®), Midazolam (Dormicum®), Triazolam(Halcion®), Saquinavir (Invirase®), Indinavir (Crixivan®), Teofilina (Theo-Dur®…), Atorvastatina (Cardyl®), Lovastatina (Liposcler®), Simvastatina (Zocor®,Pantok®), Amiodarona (Trangorex®), Carbamazepina (Tegretol®)

Las verduras:
- Por una parte aportan beneficios, porque son alimentos llenos de fibra, vitaminas y antioxidantes, que fortalecen los huesos y la función cerebral, pero por otra, conllevan un riesgo, porque son alimentos ricos en vitamina K, por lo que pueden favorecer la coagulación de la sangre y contrarrestar el efecto los medicamentos anticoagulantes.
- Sintrom® y Aldocumar® son medicamentos que llamamos «de margen terapéutico estrecho«. Esto significa que pequeñas variaciones en la dosis de medicamento, pueden ocasionar grandes variaciones en su efecto. Por eso hay que moderar el consumo de aquellos alimentos que puedan variar esta dosis.
- Sobre todo hay que evitar consumir en gran cantidad los alimentos ricos en vitamina K como la col rizada, coliflor, el brócoli, las acelgas, espinacas, berros, lechuga de hoja roja, esparragos,…

- Se recomienda no hacer cambios repentinos en el consumo de estos alimentos (por ejemplo cuando se inicia una dieta), pasando de consumir poca cantidad a mucha, o viceversa.
- Por otra parte, hay que controlar la ingesta de ajo y cebolla, que aportan grandes cantidades de vitamina E y potencian los efectos de la medicación anticoagulante.
Los lácteos y derivados:

La leche, el yogurth, o el queso, son alimentos ricos en calcio, lo que hace que algunos medicamentos no se absorban bien y que no tengan suficiente efecto.
Los medicamentos que interaccionan con el calcio son:
- Antibióticos elaborados con quinolonas: Ciprofloxacino (Baycip®, Cetraxal®), Norfloxacino (Noroxin®, Uroctal®) y Tetraciclinas, ya que absorción del antibiótico se reduce hasta en un 50 % por la formación de complejos insolubles.
- Medicamentos para la osteoporosis: Fosamax®, Àcid alendrònic®, Acrel®, Actonel®, Bonviva®, Alendrocare®, Bifoal ®, Calbion®, Fosavance®, Adrovance®, Bondenza®, Bondronat®
Por este motivo, es recomendable tomar estos medicamentos separados de la leche y los derivados lácteos, dejando un espacio de tiempo de 2 horas en medio.
CAFEÍNA:
- El café, té, refrescos de cola y las bebidas energéticas, contienen cafeína que tiene un efecto diurético y estimulante del sistema nervioso central.
- Además la cafeína puede aumentar la absorción y biodisponibilidad del Paracetamol, AAS y ergotamina.
- El consumo habitual de café o te en grandes cantidades puede impedir la absorción del hierro, tanto proveniente de un alimento, por ejemplo la carne, como de los suplementos de hierro tomados en forma de comprimidos.
- Es recomendable evitar o al menos moderar el consumo de estas bebidas en combinación con determinados fármacos:

- medicamentos que también estimulan el sistema nervioso ya que su combinación podría provocarnos nerviosismo, irritabilidad, temblores, insomnio o arritmias cardíacas.
- medicamentos para el insomnio, ya que estas bebidas podrían anular el efecto de los medicamentos.
- litio (Plenur®), ya que la cafeína disminuye el efecto.
- antibióticos elaborados con quinolonas (ácido nalidíxico, ciprofloxacino, ofloxacino, moxifloxacino y levofloxacino), porque impiden que la cafeína se descomponga en el cuerpo. Ello provoca nerviosismo y palpitaciones
- medicamentos indicados para el asma, los remedios contra la ansiedad, los estrógenos, los anticoagulantes y aquellos fármacos empleados para combatir la presión arterial alta.
Los embutidos:
Disminuyen el efecto de los antidepresivos inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO), ya que contienen un aminoácido llamado “tiramina”, que también la produce el cuerpo de forma natural, cuya función es regular el azúcar en la sangre.
La combinación de los embutidos y el fármaco descompone la “tiramina” en el torrente sanguíneo, aumentando los niveles de azúcar en sangre y también un aumento de la presión arterial.

La sal (y/o alimentos ricos en ella procesados, embutidos, salazones)
No sólo como condimento, sino todos los alimentos procesados, embutidos, salazones, aperitivos, snaks…y curados contienen altas concentraciones de sal.
Las dietas con poca sal (bajas en sodio) se recomiendan especialmente a aquellas personas que tienen la presión alta (hipertensas), ya que la sal hace subir la presión empeorando su enfermedad.
Además, la sal puede disminuir el efecto de los medicamentos que utilizamos para bajar la presión.
Así pues, debemos seguir una dieta baja en sal si tenemos la presión alta, tanto si estamos tomando algún medicamento para bajarla como si no.
Evitar los medicamentos que contengan mucho sodio en su composición como los efervescentes.
LAXANTES:
Su uso continuado, aún cuando se trate de productos naturales para tomar en infusión, puede impedir la absorción de las vitaminas liposolubles.
Su abuso puede ocasionar irritación e inflamación intestinal, pudiendo llegar a procesos hemorrágicos en personas anticoaguladas.
El regaliz:
Hace subir la presión arterial, y además disminuye el efecto de los medicamentos que utilizamos para bajarla.
Por eso es necesario que los pacientes con la presión elevada no lo consuman, tampoco en infusiones, aunque puedan parecer inocuas.
ZUMO DE CÍTRICOS:
Los suplementos de hierro es mejor tomarlos con el jugo de algún cítrico. Las grandes proporciones de vitamina C que estos contienen promoverán una mejor absorción del hierro.
Además, otro tipo de productos relacionados con la alimentación, como el alcohol, los complementos alimenticios o las hierbas y plantas medicinales merecen un contenido aparte por la gran cantidad de interacciones con los medicamentos que pueden provocar.
El potasio:
Es un mineral fundamental para el buen funcionamiento de las células y órganos de nuestro cuerpo. Por eso es muy importante que aseguramos un aporte suficiente, pero tampoco excesivo de este mineral.
En fases avanzadas de la enfermedad renal, sin embargo, hay que reducir la ingesta de alimentos ricos en potasio porque el organismo no es capaz de eliminarlo por la orina produciéndose un aumento de los niveles de potasio en sangre (hiperpotasemia) que puede llevar a procesos de gravedad e incluso la muerte.
Algunos de los alimentos que contienen más potasio son: plátano, melón, kiwi, albaricoque, espinacas, aguacate, higos secos, almendras, nueces, tomate, chocolate y leche en polvo, mermelada, etc

Hay medicamentos que aumentan la cantidad de potasio presente en nuestro organismo, por ello es recomendable no tomarlos al mismo tiempo para no sobrepasar la cantidad de potasio que nuestro cuerpo necesita.
Los principales medicamentos con los que hay que moderar el consumo de alimentos con un alto contenido en potasio son:
- Diuréticos: espironolactona (Aldactone®). eplerenona (Elecor®, Inspra®), amilorida (Modamide®), canreonat (Soludactone®).
- Hipotensores: enalapril, captopril, lisinopril, ramipril, losartan, valsartan, telmisartan, irbesartan, candesartan, etc.
Esperamos que esta información sobre algunas de las interacciones entre alimentos y medicamentos, sea útil.
En la medida en que tenemos un mayor conocimiento de nuestra enfermedad, nuestro tratamiento farmacológico, y de cómo prevenir las interacciones, podemos gozar así de un mejor estado de salud, y en consecuencia, de una mejor calidad de vida.
Son numerosas las páginas que en internet nos alertan de las interacciones fármaco-nutrientes. Compartimos aquí varias de ellas, que nos han servido como fuentes de información, y entre ellas esta infografía que nos ha parecido muy interesante.
FUENTES:
- Interacción entre medicamentos y alimentos. Colegio de farmacéuticos de Barcelona.
- Interacción alimento-medicamenro. Portal del medicamento
- Interacciones entre medicamentos y alimentos. SEFAP.
- La interacción farmaco-nutrientes. Supercuidadores.
- Medicamentos y alimentos. CINFASALUD
- ¿Cómo pueden afectar los alimentos a nuestro tratamiento farmacológico?. CedimCAT