Aunque el organismo tiene una gran capacidad de adaptación a la enfermedad renal y el paciente puede no notar síntomas durante largo tiempo, se van produciendo complicaciones silenciosas que aumentan mucho el riesgo mortalidad y de necesidad de ingresos hospitalarios en el futuro. El control de las complicaciones y la protección de la función renal exigirá, además de hábitos de vida saludables, el uso de medicación.
La insuficiencia renal requiere frecuentemente mucha medicación, tanto porque ocasiona muchos problemas de salud como porque muchas veces se asocia a otro tipo de enfermedades (diabetes, arritmias cardiacas, problemas de circulación sanguínea…) que también obligan al empleo de medicamentos.
Los más requeridos son los fármacos para el control de:
Hipertension Arterial
Colesterol
Calcificaciones arteriales
Protección de estómago
Retención de líquidos
Circulación de la sangre
Anemia
Enfermedad Osea
Acidosis
Potasio
Editado en diciembre de 2012. Revisado en octubre de 2014. Revisado en Marzo de 2021.