Pero, ¿qué sucede si ésta no puede crearse o su funcionamiento no es el idóneo? ¿Hay que abandonar en este caso la opción de dializar a la persona con insuficiencia renal crónica? Afortunadamente, en estos casos contamos con la opción de la utilización de un catéter.
¿Qué es un catéter de diálisis?
Básicamente, es un dispositivo que se introduce en una gran vena del cuerpo, siendo las más frecuentes yugular (cuello), femoral (ingle) o subclavia (debajo de la clavícula) por donde se extrae sangre que pasa por el dializador y es devuelta purificada al organismo por el mismo catéter, es decir tiene 2 ramas, una por donde sale y otra por la que entra la sangre limpia.
¿Por qué es necesario colocar el catéter en una vena de gran calibre como femoral, yugular o subclavia y no se pueden utilizar venas periféricas como la de los brazos donde se realizan los análisis de sangre? Es debido al poco flujo de sangre que obtendríamos si empleásemos esas venas periféricas (aunque su punción sea mucho más fácil), con lo que además sería una diálisis ineficiente , el sistema estaría continuamente coagulándose al circular la sangre a baja velocidad. Es por ello por lo que hay que utilizar siempre una vena accesible y de gran calibre como las que he señalado anteriormente.
TIPOS DE CATÉTERES
En cuanto a su localización distinguiremos entre yugulares, subclavios y femorales en función de la vena en la que se introduzcan, como hemos visto en el apartado anterior. Sin embargo, también podemos encontrarnos con catéteres provisionales y permanentes en función del modo de colocación. Veamos en qué consisten estos dos tipos:
– el catéter provisional se coloca en situaciones de urgencia, por ejemplo la persona que acude a diálisis con la fistula trombosada (sin funcionar) y ésta no se puede arreglar en ese momento, con lo que hay que dializarla de urgencias. También se utiliza en situaciones en que haya que iniciar diálisis en una persona que no se haya realizado la fistula (o ésta no sea utilizable por no estar madura) y no sea posible colocar un catéter permanente o se prevea que el catéter temporal va a ser necesario durante poco tiempo. En resumen, se trata siempre de situaciones de urgencia y siempre que no podamos emplear los otros accesos vasculares en ese momento (catéter permanente, fistula). Ello es debido a los problemas que pueden ocasionar los catéteres temporales (infección local, mal funcionamiento del mismo, sangrado al pinchar la vena…). Aunque en los últimos años con la utilización de la ecografía para localizar la vena al pincharla y un buen tratamiento antibiótico, se han reducido las complicaciones, el mal funcionamiento de estos catéteres sigue siendo muy frecuente por lo que nunca deben mantenerse más de un mes.

-El catéter permanente por el contrario va introducido por debajo de la piel hasta acceder a la vena por lo que el riesgo de infección es mucho menor. Además al ir más sujeto, no se mueve tanto y su funcionamiento es mucho mejor. Sin embargo, no suele colocarse de urgencias ya que requiere un pequeño quirófano y una sala de rayos para ello. Pueden durar años y su empleo se suele reservar para aquellos casos en que no pueda realizarse fístula o ésta haya dejado de funcionar y no pueda realizarse otra nueva. Es decir, siempre se preferirá una fístula arteriovenosa a un catéter permanente, pero si no puede realizarse por las características de las venas de la persona, se puede dializar a través de un catéter.
VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL CATÉTER SOBRE LA FISTULA
¿Por qué preferimos una fistula a un catéter permanente?:
– La fistula proporciona flujos de sangre más elevados, con lo que dializa más, es decir la sangre se limpia mejor.
– La duración de la fistula suele ser mayor (habitualmente años)
– La tasa de infecciones suele ser menor en el caso de la fistula.
– Los problemas de funcionamiento son mucho más frecuentes en el caso de los catéteres.
Por el contrario, en cuanto a las ventajas del catéter se encuentran:
– Una utilización mucho más rápida, la fistula debe madurar como mínimo un mes antes de poder ser utilizada mientras que el catéter desde el mismo momento que se implanta está listo para su uso.
– La punción de la fistula puede doler (aunque puede minimizarse con cremas anestésicas), mientras que el caso del catéter se conectan directamente las líneas por donde circula la sangre hacia el dializador a la salida del catéter, con lo que no hay ningún tipo de punción.
CUIDADOS DE EL CATÉTER
Como reglas generales tanto para catéteres temporales como para permanentes se pueden citar las siguientes:
–Utilice solo su catéter para Hemodialisis.
-Mantener el catéter cubierto y seco. No manipular NUNCA el catéter, es decir, evitar tirones, roces… Deberá ir siempre bien protegido. Igualmente no deberá utilizarse el catéter para procedimientos hospitalarios, no podrá usarse para sacar analíticas, infundir sueros… su uso es exclusivamente para diálisis.
– Asegurarse de que el área del acceso se limpie en la sesión de hemodialisis y se cubra con gasas o parche nuevo . Sin embargo, en la ducha, intentar no mojar directamente el catéter ni la zona de inserción en la piel (Tenga en su casa el material necesario para cubrir su cateter de ser necesario ).
-Nunca permita que entre aire en su catéter, no quite los tapones.
-Tenga cuidado de no golpear ni cortar su catéter.
-No se sumerja o nade, puede ducharse sin mojar el catéter (ya que la humedad puede causar infección).
– En caso de catéteres femorales intentar no permanecer mucho tiempo con la pierna flexionada (sentados) por riesgo de trombosis.
– En caso de sangrado del catéter, comprimir con una gasa y si no cede la hemorragia acudir al hospital
– Si se observa enrojecimiento, dolor, salida de líquido amarillo-verdoso por el catéter, fiebre… es probable que se encuentre infectado, por lo que habrá que comunicarlo de inmediato al personal sanitario que le atiende.
-Solamente el personal de la unidad de Hemodialisis puede utilizar el catéter para tomar muestras o administrar medicamentos.
-El personal que realiza la conexión de la Hemodialisis y usted mismo deben utilizar mascarilla y guantes para manipular el catéter.
-Las pinzas o abrazaderas de el catéter deben permanecer cerradas cuando no se utilice y procurar que siempre sea en sitio distinto para reducir el riesgo de que se fracture.