Los controles analíticos y las visitas al nefrólogo son necesarios para vigilar el funcionamiento del trasplante, prevenir y tratar complicaciones, y gestionar eficazmente los efectos secundarios.
Al principio los controles son frecuentes y se van espaciando en relación a la situación clínica. Aunque se sienta bien es necesario realizarlos. Se le controlará el peso, la tensión arterial y la frecuencia cardiaca. Se le analizará la sangre y la orina para comprobar que todo funciona como debe. Se le realizará una entrevista clínica en busca de signos y síntomas que nos orienten en relación al funcionamiento del riñón trasplantado.
Actualizado 29 de abril de 2013
Revisado en Marzo de 2021.