Aunque el seguimiento clínico protocolizado es muy riguroso y útil para el manejo del post-trasplante renal, es importante que el paciente trasplantado tenga en cuenta una serie de signos y síntomas que pueden alertarnos de problemas que, tratados precozmente, son resolubles.
Los signos de alarma que nos aconsejan acudir al médico son:
- Fiebre. Debe tomarse la temperatura si nota escalofríos o una sensación de malestar.
- Cansancio generalizado y malestar general durante varios días.
- Tos o expectoración.
- Naúseas y vómitos frecuentes.
- Diarrea o estreñimiento.
- Molestias al orinar o cambios en el volumen de la orina o su aspecto (por ejemplo que tenga sangre: puede ser roja, de color más oscurecido parecido al coñac o tener coágulos). Si tiene molestias al orinar procure tomar una muestra para proceder a su cultivo para descartar infección.
- Edemas. Pésese de forma regular para llevar un control del peso.
- Controle los valores de la tensión arterial. Si presenta hipertensión coméntelo al médico. Si tienes valores iguales o mayores a 180/110 acuda a urgencias.
- Lesiones en la piel que no curan, cambios en el aspecto de lunares o manchas.
- Dolor en la zona del injerto renal.
- Sensación de ahogo o dolor en el pecho.
- Color amarillento en la piel y las mucosas: acuda a urgencias.
Actualizado el 19 de noviembre de 2012.
Revisado en Febrero de 2021.